Sesión de Cuencos de Cristal de Cuarzo

En que consiste una sesión

Los cuencos de cristal de cuarzo son vasijas circulares hechas de cristal de cuarzo al 99.99 % de pureza, que al tocarlos emiten un sonido con una vibración de frecuencia muy alta que sentimos como unas ligeras cosquillas. Cada cuenco, dependiendo de su tamaño, está asociado con una nota musical que a su vez produce un tipo de vibración que armoniza y devuelve la energía correspondiente a cada chacra o centro energético del cuerpo.

Cada célula y cada órgano vibran a una determinada frecuencia. Un órgano está sano cuando su frecuencia vibratoria está en armonía con el resto del cuerpo, pero cuando esa frecuencia se altera, se rompe el equilibrio y aparece lo que llamamos ‘enfermedad’.

La vibración de los cuencos resuena y armoniza la estructura cristalina presente en nuestro esqueleto, a la vez que en los billones de células de nuestro cuerpo compuestas, entre otros elementos, por cuatro moléculas de silicio. Recordemos que la composición del cuarzo es silicio y oxígeno en la proporción de 1×2, es decir SiO2. Así, el silicio es el enlace para esta terapia de purificación que nos lleva a un estado meditativo.

La gente que experimenta los efectos de los cuencos de cuarzo describe su experiencia como una gran relajación física y mental, sensación de flotar, bienestar, plenitud.

Los cristales de cuarzo pueden vibrar u oscilar de una forma regular y tienen una estructura molecular interna en espiral muy similar a la del ADN. Producen una onda sinusoidal pura y crean un sonido multidireccional que se expande incluso hasta un kilómetro de distancia y que dura varios minutos antes de extinguirse.

De hecho, si ponemos un poco de agua en un cuenco y activamos su sonido se pueden observar figuras geométricas en el agua. Dada la enorme resonancia del cuenco, al aumentar su intensidad el agua “salta” literalmente varios palmos por encima del cuenco por efecto de la vibración como si estuviera en un estado efervescente. Esto nos da una idea del efecto que producen estos instrumentos en el cuerpo, que como sabemos está formado en más de un 70% por agua.

Por el principio de resonancia, base de toda terapia que se realiza con sonido, los cuencos de cuarzo producen una armonización entre su vibración y la de la persona. Por medio del sonido es posible cambiar los ritmos de nuestras ondas cerebrales, así como el latido de nuestro corazón y nuestra respiración. A esto se le conoce como el principio de «resonancia forzada» e implica la capacidad de hacer vibrar los átomos y reorganizarlos en una estructura cristalina más fuerte y ordenada, es decir, más armónica y sana.

Así, las ondas de sonido producidas por los cuencos de cuarzo tienen un poder que traspasa barreras conceptuales. En palabras del doctor Gaynor, “el sonido puede guiarnos, como un láser, al centro mismo de nuestra esencia, a la realización más alta de un espíritu y un cuerpo sanos.«

Que dicen los que lo han probado

Facilitadora

Me apasiona sentirme viva, llegar a la raíz de los sentimientos, las emociones, los pensamientos, por eso he realizado cursos y talleres sobre evolución humana y crecimiento integral.

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